Hacía unos pocos días y después de mirar la entrevista del candidato de la derecha para la Municipalidad de Lima Metropolitana, nos preguntábamos algunos amigos sobre la posibilidad de recrear la historia y jugar con ella si es que se puede claro. Hacer comparaciones por odiosas e ilógicas que fueran o parezcan. Pero hacerlas al fin y al cabo sin menoscabo de insinuar algunas verdades sobre los errores que cometemos los seres humanos y cuando son políticos los cometemos con mayor precisión acaso. Un revolucionario ruso, para más señas llamase este Lenin, en 1914 o más, escribía sobre la posibilidad de que el proletariado ruso y en general el pueblo democrático, masivo, amplio podía tomar el gobierno. Eso era posible si es que se daban ciertas circunstancias y se seguía ciertas reglas y se planteaban ciertos programas, decía este escritor. El pueblo ruso había tenido ya una revolución y el zarismo había caído. La burguesía había tomado el poder y el gobierno. La guerra se incrementaba y eso constituía un factor que aceleraba la situación política. Pero había personas y organizaciones haciendo la historia. Siempre es así. La historia lo hacen los humanos y sus organizaciones. Tiene que ver con el Estado. Con la municipalidad también. Es una organización de gestión que han inventado los humanos y eso se da aquí, en el Perú, como en China. Y en Lima acaso también.

En Rusia, algunas personas decían, a propósito del poder, y de la revolución que se daba en sus propias narices, que era necesario avanzar más allá que lo que proponía la burguesía (léase la derecha) y otros decían que no, que ya era suficiente y lo que había que hacer es hacer una alianza con ella para “continuar las reformas” y entonces, ahí es donde la puerca torcía la cola.

Un importante sector de la izquierda en el Perú, en lo que respecta a Lima Metropolitana, creemos, ha cometido un gran error de apreciación política y por el afán de profundizar las reformas se han ido en el espectro político a la derecha y han descuidado el sector que es la garantía para la victoria electoral (Aquí algunos compañeros van a discrepar en la comparación, pero en fin, somos seres humanos y podemos equivocarnos). Es decir, los sectores que impulsan el llamado “centro político” en la izquierda peruana, en lo que respecta a Lima, han profundizado la alianza con sectores liberales en detrimento de los sectores populares. Craso error. Los Kerensky y Tsereteli peruanos y limeños han exclamado: “Parad ahí. No a la izquierda. Un poco más al centro. Con dirección a la derecha” y entonces implementamos “El corredor Azul” y listo. Ganamos.

No quiere decir esto que somos los descubridores de la receta para el triunfo. Ni tampoco que no estemos de acuerdo con el programa de la reforma de transporte y otros. Esto es necesario y es algo que se tiene que implementar cueste lo que cueste. Tampoco que no percibimos de que la derecha más rancia puede tomar el control de la más importante plaza electoral en el país. Al contrario, siempre lo hemos dicho y por ello fue nuestro más amplio apoyo y lucha en la revocatoria que fue al final de cuentas una gran batalla que libramos el pueblo democrático, amplio, de izquierda, popular contra esta derecha retrograda y corrupta, que ahora pugna por el poder en lima y sienta una alianza entre Castañeda, Alan y Keiko Fujimori, para el 2016. Pero esto lo comprendieron los compañeros de Fuerza Social, ahora de Dialogo Vecinal. ¿Acaso lo entendieron?. El error, que nuevamente pagamos, es considerar al pueblo como un votante y no como sujeto activo, político. Si dicen que la señora y compañera Susana Villarán, ha afirmado que “ellos (es decir la gente de los sectores populares y la izquierda) al final votaran por nosotros, que más les queda”. Si ese es el pensamiento de este sector es que están finamente equivocados en la percepción de cómo entiende la política este sector de la izquierda. Lamentablemente es así.

Es ingenuo este pensamiento además porque cree que sectores liberales y de centro derecha van a votar por una opción democrática y popular. Por una opción de izquierda. Es ingenuo además pensar que esta elección es vecinal y no política. Es ingenuo no considerar que aquí se juegue mucho para el 2016. Y la izquierda ya no está, después de 40 años en contienda electoral, para pecar de ingenua. Sabemos que esta batalla es una más para lo que se viene para el 2016. El Apra quiere esta plaza. Y Los fujimoristas son capaces de aliarse hasta con el diablo para lograr tener un espacio sólido para la candidatura de Keiko al 2016. Lo percibimos así o somos los niños ingenuos de siempre, que pensamos que con la Parada y la Reforma de Transporte, es suficiente para derrotar a la derecha, electoralmente en Lima y en el país.

Votaremos por Dialogo Vecinal seguramente. Y no porque no nos queda otra, sino porque políticamente es necesario. No obstante que vamos a pagar los errores de apreciación y de táctica electoral de compañeros que creen que el centro y la derecha liberal tiene mayor peso que el amplio espectro popular que en el país es aun de un 30 a 35% del electorado.